Proyecto de fusión nuclear Inter busca aportes de tecnología para armar su puzzle
La aventura que constituye intervenir en el proyecto de fusión nuclear Inter es un paraíso para la IoT. La más grande promesa de energía limpia de rango internacional será una feria para el sector ensamblador de sensores.
Aunque ya está el proyecto en la fase de ensamblaje del dispositivo, no sería un absurdo pensar en la incorporación de IOTA como tecnología. Si alguna enseñanza ha dado la industria de la energía nuclear es que requiere de precisiones.
IOTA y el grupo de empresas que usan su tecnología solo esperan oportunidades como esta para demostrar su eficacia. La Industria de la Internet de las Cosas podría minimizar el error humano. Más allá, las microtransacciones que registra la tecnología IOTA serviría para conocer en tiempo real el estatus de una planta.
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Una de los datos más brillantes es que alrededor del 90 % de las contribuciones para el proyecto de fusión nuclear Inter no se hacen en dinero. Los aportes se hacen en especie con las piezas que aportan al «rompecabezas» de la maquinaria del Iter. El acrónimo en inglés traduce al español Reactor Termonuclear Experimental Internacional.
Fusión nuclear Inter
Con los desarrollos que IOTA tiene hasta la fecha ya es capaz de interactuar en un proyecto de esta envergadura. Su tecnología es capaz de hacer mapeos útiles para conocer el desempeño de una máquina dentro de un proceso y descubrir períodos de declive. La comunicación M2M permite a la IOTA establecer diálogos que efectúen traducciones mucho más limpias para los criterios técnicos.
Incorporar la tecnología IOTA a los sensores del proyecto de fusión nuclear Inter sin duda sería atinado. El ser humano quiere la energía de la fusión del hidrógeno, pero la quiere controlable y controlada. Nada mejor que la industria de la Internet de las cosas para lograr esa premisa.
Una oferta que la fundación tiene para todas las empresas que estén en esta colaboración, son los Masked Authenticated Messaging. Los MAM de IOTA han sido probados en un escenario caótico y demostraron su versatilidad.
Desde luego que una planta generadora de energía a partir de fusión nuclear debe estar alejada de los imponderables.
Energía para Smart Cities
Desde luego que IOTA tiene como centro de su proyecto transformarse en un estándar en la industria IoT. De allí que no hace más que entusiasmarse frente desafíos como el proyecto internacional Iter.
Sobre esta audacia tuvo una recientes palabra el presidente Emanuelle Macron, país anfitrión del experimento. «Iter es una promesa de paz» y «de progreso» además de «una proeza científica», destacó Macron, que añadió que si los resultados de la experimentación que se efectuará en los próximos años es concluyente «la energía nuclear puede ser todavía más un sector de futuro».
Está previsto que el proyecto de fusión nuclear Inter sea ensamblado hasta diciembre de 2025. Será entonces cuando los científicos e ingenieros implicados verificarán el funcionamiento. La máquina experimental gigante producirá unos 500 megavatios de energía térmica. En términos de electricidad se traduciría en unos 200 megavatios, suficiente para abastecer 200.000 hogares.
Creemos que la IOTA tiene chance y no sería una pérdida de tiempo ir a Francia para hacer algunas ofertas. Lo importante es que hay aún posibilidades. La idea en futuro es diseñar una planta de fusión nuclear con una potencia entre 10 y 15 veces superior. Los responsables del proyecto confían en que el costo de construir y operar una instalación de fusión de ese tipo sea similar al de las centrales nucleares actuales, que utilizan la tecnología de la fisión atómica.
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Además el proyecto de fusión nuclear Inter tiene un plus. Su promesa es crear energía sin emisiones de carbono y sin el lastre de los residuos radiactivos.
