IOTA dice Ready Player One y toca al Julio Verne del siglo XX

IOTA dice Ready Player One y toca al Julio Verne del siglo XX

Las pandemia no solo traen cosas malas. En esta IOTA dice Ready Player One y catapulta a la industria de la Internet de las Cosas. Hoy el mundo es un gran laboratorio. Las empresas tecnológicas están poniendo a prueba productos que se desenvuelven mejor en condiciones de confinamiento.

Más allá de esta imposición pandémica, existen aplicaciones que llevan a los usuarios a confinarse a sí mismos. Son décadas de islas de niños perdidos, pero no al estilo de James Matthew Barrie, sino desaparecidos en pantallas.

La COVID-19 ha forzado a que las máquinas hablen con las máquinas. Es un diálogo inaudible, pero todos saben que sucede. Son máquinas las que hablan para hacer posible que McLaughlin gane la carrera virtual de la serie IndyCar. Muchos dispositivos harán transacciones ahora que Nevada aprobó apuestas en carreras virtuales de NASCAR. Además la pesadilla vista por millones cuando Jones Jr. derroto a Durant en el Torneo virtual NBA 2K, fue posible porque una miríada de máquinas habló entre sí.

IOTA dice Ready Player One

La afirmación no es una sorpresa. Desde Alemania la fundación que desarrolló el novedoso cripto activo asegura ser los únicos. IOTA dice Ready Player One. Son los primeros en tener la posibilidad de hacer micro transacciones. Se trata de unos visionarios, así como lo es Steven Spielberg, un Julio Verne del siglo XX.

A estas alturas, amparo de algún rezagado, podemos decir que IOTA es un protocolo para las maquinas en el IoT. Básicamente trabaja en dos líneas fundamentales. Una de esas líneas se refiere a micropagos, donde una máquina pueda pagarle a otra por medio de la conexión de ambas al Internet.

IOTA dice Ready Player One - IOTA Latino

Se cree que para el año 2025, existirán 75 mil millones de dispositivos conectados al Internet. Por eso IOTA dice Ready Player One. Es una creación de este mundo para un futuro muy visible. IOTA se convertirá en el protocolo estándar de comunicación y transferencia de información entre esos dispositivos la IoT.

Universidad de la pandemia

Es un lugar común decir que de las grandes tragedias salen sólidas lecciones. El cambio es inherente al caos que nos vio nacer y en el que vivimos. Los historiadores que han abordado la Peste Negra de 1347 precisa que la muerte trajo la desaparición de la servidumbre. Apareció el salario y el primer impulso que derivo siglos después en la industrialización agropecuaria.

En la actualidad estamos cosechando éxitos como sociedad de ciencias. Nuestra naturaleza política y voluntad para hacer lo correcto está en tela de juicio. Los algoritmos diseñados para ayudar a los hombres a tratar estos escenarios funcionaron. Sin embargo no hubo una máquina que le dijera a otra que actuara sin retrasos.

Esta pandemia no ha educado. Nos ha mostrado que no estamos tan aventajados como creíamos, pero que tenemos un potencial que estamos desperdiciando. Se vende por las estructuras de mercadeo que podemos funcionar online, pero a la hora del lance solo es una verdad a medias.

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Los Estados tienen que pegar carreras para comprar a los estudiantes de educación básica o intermedia Chromebooks para que estudien. Los programas de aula virtual no tienen nada de prolijo más que la cámara y la conexión.

La hora de las máquinas

Steven Spielberg  se asomó al año 2045. Marcando su identidad del Julio Verne del siglo XX. Allí vio al adolescente Wade Watts. Hablamos de su película Ready Player One. El chico es solo una de las millones de personas que se evaden del sombrío mundo real. Todos bucean en un mundo utópico virtual donde todo es posible: OASIS.

De allí que IOTA dice Ready Player One. Tiene todo listo para que los sensores traduzcan los datos. Las máquinas no son objetos de temer. Si así fuera Google traslator nos hubiese ahogado en una nueva Torre de Babel. Por el contrario, creó un “lenguaje de máquina puente” que no requiere de ninguno usado por el hombre para traducir. La máquina lo hizo sola. “Machine to machine”, podría ser el lema de esta ucronía.

El presidente de Fundación IOTA Latino, ingeniero Saúl Ameliach , es un entusiasta de esta tecnología. Su misión dar a conocer y difundir la tecnología IOTA TANGLE; por América Latina y el Caribe. La  finalidad está en impulsar a IOTA en su conversión de estándar mundial para el Internet de las cosas.

En que andamos

A lo interno y desde América Latina, estamos alineados con la Fundación IOTA de Alemania. IOTA latino nace con la intención de dar a conocer y difundir la tecnología IOTA TANGLE. Lo que hace especial a IOTA es que no está basada en la tecnología Blockchain. Creamos una nueva tecnología de contabilidad distribuida llamada TANGLE, que usa el algoritmo DAG Directed Acyclic Graph Grafico Aciclico Dirigido. El norte es transformar a IOTA en un estándar mundial para el Internet de las cosas.

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Con la pandemia y la cuarentena muchos han acudido al lado creativo. Ninguno se ha divorciado de la tecnología, ni de los dispositivos y todos piensan en la IoT. Con el uso de dispositivos, Leclerc ganó con autoridad el GP virtual de Australia. Desde su confinamiento Van Avermaet triunfó en el Tour de Flandes virtual. Por otro lado la MLB analiza iniciar la temporada en sedes sin público y hacer transacciones para comercializarlas online. Allí es cuando IOTA dice Ready Player One.