IOTA: Nanohospitales serían prolijos en mantener la salud humana

IOTA: Nanohospitales serían prolijos en mantener la salud humana

Los nanodispositivos han sido usados por la ciencia médica desde hace mucho tiempo. Entre otras labores proporcionan tratamientos e intervienen para cambiar situaciones clínicas difíciles. Se desea que sean una especie de nanohospitales que mantengan la salud humana.

Los nanodispositivos han sido diseñados para una gran cantidad de labores médicas y sus posibilidades son infinitas. Se sabe de su eficacia en el almacenamiento de fármacos y su habilidad para liberar dosis constantes. Se ha alabado su cualidad “inteligente” dentro del cuerpo humano en el combate de muchas enfermedades.

Hasta ahora sus diseños mantienen algoritmos predefinidos. Ya introducidos en el torrente sanguíneo realizan el plan para el que fueron programados. IOTA ha estado atenta al desarrollo de esta tecnología porque ve futuro en ella. Los avances para crear sensores de control son una buena noticia que este año viajó desde un blog de Madrid.

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Para la tecnología IOTA especializada en la Internet de la Cosas es importante el desarrollo de todo tipo de sensores. Una de los requisitos para que los dispositivos microscópicos se transformen en nanohospitales es que tengan capacidad de comunicación.

En ejemplo práctico está en los análisis para diagnosticar infecciones. En su mayoría son lentos porque tardan en identificar una cantidad suficiente de ADN del patógeno. Hoy día existen dispositivos basados en química nanométrica, con resultados precisos en pocos minutos en la misma consulta médica. Sin embargo el intercambio sigue siendo visual y la vida útil del nanodispositivo efímera.

Nanohospitales en la mira de IOTA

Los fundamentos de este andamio son sólidos. Hace poco se supo que Científicos del CSIC buscan un nanodispositivo capaz de «ver» cualquier virus. Se trata del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación de España.

Los científicos han descubierto que las bacterias vibran y que a partir de su frecuencia de resonancia se podrían identificar.

Los actuales test de detección de microorganismos se basan en datos genéticos. De allí que solo son eficaces para cada virus o cada bacteria específica para el que han sido diseñados. En el CSIC mediante dispositivos optomecánicos han observado que las bacterias vibran cientos de millones de veces por segundo. La frecuencia de resonancia del microorganismo aporta valiosa información sobre sus características, lo que permite identificarlo.

Nanohospitales + IOTA Latino

El hallazgo fue publicado en la revista Nature Nanotechnology. Abre la puerta para conseguir futuros dispositivos para detecciones universales y a gran escala. El patrón de alta sensibilidad reconoce la singularidad de cualquier virus o bacteria en una muestra.

Los investigadores del CSIC han medido por primera vez la frecuencia de resonancia de una sola bacteria. Es un descubrimiento que supone «un doble hito». Primero, descubrir que las bacterias vibran a frecuencias características. Además saber a qué frecuencia lo hacen y hacerlo al nivel de una sola partícula.

Algo falta en la ecuación

IOTA está segura de la posibilidad de transformar los dispositivos microscópicos médicos en nanohospitales. Harían labores de inmunización. Detectarían la presencia de virus y bacterias indeseadas. Repararían tejidos dañados. Y darían en tiempo real información de la química sanguínea y sobre el funcionamiento orgánico en general.

Los tecnólogos de IOTA cree que con la presencia de sensores en los nanodispositivos se haría realidad transacciones. Estos mecanismos al estar dotados de comunicación podrían generar tokens por actividades realizadas. No es necesaria una complicación tan rebuscada como la de la ficción. Podemos citar una película génesis del género: Fantastic Voyage (1966).

Lo que se requiere para instalar módulos con dispositivos que actúen como un nanohospital dentro de nuestro cuerpo es comunicación. Sobre el particular hay avances llegados por la colaboración de tres academias internacionales.

Nanohilos y los datos

Universidades de Japón, Sidney y California tienen resultados asombrosos con el desarrollo de los nanhilos. Se trata de nanodispositivo con capacidad de aprender, memorizar e incluso olvidar. Una descripción adecuada sería la de una red interconectada con características similares a algunos comportamientos del cerebro.

El dispositivo está constituido por una red de nanohilos de plata, cuyo diámetro promedio es de tan solo 360 nanómetros. Los nanohilos se encuentran unidos aleatoriamente en una matriz de óxido de silicio. Ellos forman una estructura interconectada muy similar a las encontradas en el neocórtex cerebral. La esperanza está basada en su similitud a la parte del cerebro responsable de funciones superiores como el lenguaje, la percepción o el pensamiento consciente.

Este descubrimiento sin duda será muy útil para la búsqueda de nuevos tipos de “hardware”. Se cree que el dispositivo es capaces de procesar conjuntos de datos grandes y complejos. Además mejorará la capacidad de trabajo de las computadoras actuales. Asimismo logrará manejar tareas de forma más cercana al modo en que lo hace el cerebro humano.

El dispositivo experimental fue presentado este año por un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Ciencia de Materiales de Japón, de la Universidad de Sidney y de la Universidad de California (UCLA).

Hay esperanzas

También existe la posibilidad de los nanohilos se transformen en sí mismos en centros de comunicaciones. Colocados en los centros neurolaes desplegados por toda nuestra anatomía, podrían dar forma a la idea de los nanohospitales.

Con esta tecnología en la mano muchos serían los nanodispositivos de prolongada vida útil que servirían a la medicina. La tecnología IOTA ve inestimable este tipo de descubrimientos. Con ellos la Internet de las Cosas avanzaría en otras dimensiones. Es posible que el concepto de “laboratorios clínicos” cambie. Podrían desaparecer las molestas inyecciones para extraer muestras de sangre y aparecer antenas que reciban datos sobre nuestra química hemática.

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La nanotecnología de muchas formas ha cambiado el mundo tal como lo conocemos. IOTA a su vez quiere hacer su contribución, una de ellas podría ser darle forma a los nanohospitales en un futuro no muy lejano.